Tenemos muchas razones para no dejarla salir, para no expresar lo que sentimos o necesitamos, para edulcorarlo o disfrazarlo. Cada persona con sus razones, miedos, traumas... podemos llamarlo de muchas formas.
Hoy voy a contarte mi experiencia, con la voluntad de que te pueda ser de utilidad.
Para ello antes te pongo brevemente en contexto sobre dos temas que se han dado la mano para que ahora esté escribiendo esto.
El primero: Estoy cursando un máster en Respiración Consciente, una herramienta increíble con la que he experimentado y sanado muchas capas. Otro día te hablo en profundidad sobre ella, ya que quiero que la conozcas y la utilices, es fascinante.
El segundo: Soy la sexta hija, la pequeña de 6, el mayor un hombre, el resto mujeres. Siempre he sido la peque, la niña, con sus más y sus menos... Al grano, de pequeña, una frase que solía oír era "Tu calla y escucha" eso me lo decía mi padre, "Los adultos hablamos, tu escucha y aprende". Esa, una de las causas, supongo, por las que me nació la vena de querer facilitar a las personas a encontrar sus formas de expresión, aprendiendo todas las técnicas y herramientas que se me han puesto al alcance, y siempre sabiendo que personalmente no acababa de dejar volar las mías, siempre entre bambalinas, en escucha, aprendiendo y aprendiendo sin nunca ser suficiente, a la espera... Creando, ideando, pero sin terminar de mostrar, ya sabes, a medias tintas... los adultos hablan tu escucha.
Durante el máster, en una sesión de respiración consciente, en el momento de la hipno-meditación guiada (ya os contaré consta de varias fases) me visualicé bajando al centro de la madre tierra y ahí me encontré con mi padre y me dijo "Habla"... Vuelvo a temblar recordándolo para contártelo... Sucedieron muchas cosas en esa respiración, pero sobre todo mi padre me dio la voz.
Quizás mis hermanes no lo recuerdan así, quizás solo me lo dijeron un par de veces o 1500, eso da igual, lo importante es mi sentir, es el cómo esa frase caló en mí y bloqueaba mi expresión, mi voz, mi compartir.
Llevo muchos años acompañando a personas a hablar en público y a comunicarse de forma más efectiva, asertiva... en muchos ámbitos, siempre pensando que uno enseña lo que tiene que aprender. Hoy por fin me siento en paz y llena de voluntad para trascender lo que bloqueaba a mi voz y a partir de ahora voy a hacerla sonar. (Aquí podría poner unos emojis de fuegos artificiales, o unas flamencas bailando... pero prefiero que te imagines un sentimiento de plenitud, de calma y alegría).
Con este post, estoy en ello, en hacerla sonar, en darle visibilidad, palabra que se utiliza ahora un montón, así que... ahí la dejo, te lo cuento con coraje y con unas ganas tremendas de acompañarte y facilitar que esas voces fluyan y salgan a jugar la vida.
Gracias por llegar hasta aquí y ya sabes, si te suena o te resuena... encantada de atenderte :)
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