Hace unos días llegó a casa un paquete de sopa de letras, no es una pasta habitual en nuestra cocina (aunque seamos muy soperxs) pero en estas circunstancias que vivimos, nos adaptamos con el mejor humor posible a lo que encontramos en el supermercado. Y visto lo visto, creo que ahora será un habitual en nuestra despensa.
Al servirla, pasó lo inevitable... pescar letras del plato para construir los nombres de los que estábamos en la mesa y de ahí empezaron a fluir ideas...
Me llevé a mi escritorio un paquete, lo abrí y empecé a jugar con las letras...
Ahora comparto contigo un juego que ha salido de ese momento, para trabajar la empatía y conocer mejor al resto de jugadores.
Confinados 11
Una de sopa
Material:
Un paquete de sopa de letras (sin cocinar)
Una cuchara sopera por participante
Opcional - unas fichas (podemos utilizar cualquier tipo que tengamos por casa, de algún juego de mesa, unos botones o unos trozos de papel pintado.)
Participantes:
2 o más
Te cuento:
1. Cada unx de los participantes llena una cuchara sopera de letras y se la coloca delante.
2. Jugaremos por turnos y siguiendo el orden de izquierda a derecha.
El jugador inicial (el de menor edad, el más mayor, el que vaya más abrigado, el que cuente el chiste más divertido, el mejor imitador de un sonido...) formula una pregunta a los demás jugadores. Te invito a que empiecen por:
¿Cómo me siento/sentiría sí.... ? (Ejemplos: ... alguien me propone un reto? ... entro en la cocina y está todo por fregar? ... viera un platillo volante?)
¿Qué prefiero/preferiría sí...? (Ejemplos: ... estoy cansadx? ... voy a comer fuera? ... hago un viaje?)
¿Qué diría sí...? (Ejemplos: ... me llamaran de un concurso? ... me invitarán ir a una expedición? ... me encuentro con un superhéroe? )
Se pueden plantear situaciones cotidianas o totalmente inventadas y disparatadas, también podemos aprovechar para tratar cualquier tema que queramos debatir con el grupo.
3. El resto de jugadores buscará entre sus letras la respuesta a esa pregunta. ¡Imaginación al poder! Si no encontramos la que necesitamos, siempre podemos cortarle un trocito para reconvertirla, aprovechar dos letras y formar una, buscar sinónimos... y porque no, utilizar cualquier idioma que se conozca. Las onomatopeyas también pueden ser divertidas.
Cada jugador forma la respuesta y la coloca enfrente.
4. Cuando estén las respuestas, el jugador que ha formulado la pregunta, leerá y comentará las propuestas. Escogerá la que se acerca más a lo que él sentiría, preferiría o diría...
Podemos añadir un sistema de puntuación. El jugador que se acerque más a la respuesta obtendrá una ficha y el que consiga 3 será el que gane la partida :)
5. Comienza un nuevo turno, ahora le tocará preguntar a la persona que está a la izquierda del jugador que formuló en el turno anterior. Así, sucesivamente hasta que pasen todos los participantes o hasta que se consigan los 3 puntos.
Si nos vemos en apuros con la cantidad de letras, podemos ir renovando el contenido de la cuchara en cada turno, todxs los jugadores excepto el que formula la pregunta.
Tras finalizar el juego, como siempre, os invito a que cada unx ponga palabras a la experiencia y si os apetece comentar alguna de ellas o hacer crecer el juego con nuevas propuestas... ¡Encantada!
¡Feliz confinamiento!
